El trabajo de Debra no se limita a la madera, ya que a menudo incorpora conchas, arcilla, piedras y otros objetos encontrados para complementar sus figuras. Al igual que las ninfas que brotan en el bosque y en la costa, las esculturas son una verdadera fusión de humanidad y naturaleza, que a menudo evocan temas de fertilidad y maternidad. La incorporación de conchas, un símbolo de fertilidad en muchas culturas, ayuda a establecer esta asociación. Como una reinterpretación moderna de las estatuillas de piedra prehistóricas de Venus, estos talismanes evocan una contemplación tranquila, que Bernier captura de forma experta en fotografías bellamente enmarcadas. “Las piezas terminadas son un reflejo no solo de mi vida, mi familia y mis hijos, sino de una conexión eterna y sagrada que todos compartimos con la naturaleza”, dice ella.
¡Nunca volverás a ver un trozo de madera de la misma manera!
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