por: Dra. Melania Lizano
Entre el 65 y el 75 por ciento del cuerpo humano es agua. Sin agua, nuestro cuerpo no puede funcionar de manera adecuada.Todos los días perdemos agua a través de sistemas excretores naturales como el sudor, la respiración y la orina, por lo que es vital tomar suficiente agua para no deshidratarnos. La deshidratación ocurre cuando nuestro cuerpo pierde más fluidos de los que ingiere, lo que deja a nuestras células agotadas e incapaces de realizar sus funciones.
El nivel de actividad física, la temperatura y la humedad del medio ambiente son factores que influyen en la pérdida de fluidos. Otras condiciones que pueden producir deshidratación aguda son vómito, diarrea, fiebre alta y sudoración excesiva durante alguna actividad física intensa.
Lo que muchas personas no saben es que podemos sufrir deshidratación crónica, en especial en climas de mayor humedad y temperaturas más altas. La deshidratación crónica puede minar nuestra energía y ser la causa de síntomas como migrañas y otros dolores crónicos, insomnio, falta de claridad mental y concentración, ansiedad y depresión. Incluso puede afectar a nuestro sistema inmunológico porque altera la capacidad del cuerpo de eliminar toxinas.
Beber suficiente agua es la clave para mantenernos hidratados. Sin embargo, la deshidratación crónica no se presenta únicamente porque consumamos poca agua. Algunos alimentos, si se consumen en exceso, pueden producir también deshidratación crónica.
Café
Es bien sabido que el café (y los tés que contienen cafeína) actúa como un diurético (nos hace orinar con mayor frecuencia) y que la cafeína acelera la deshidratación. Estos efectos se observan cuando nuestra ingesta de cafeína supera los 500 miligramos por día, que equivalen a unas cinco tazas de café. Sin embargo, si bebemos más de dos tazas al día, debemos beber más agua para evitar un desequilibrio por la pérdida de fluidos.
Alcohol
El alcohol también es un diurético natural. Por eso, cuando bebemos alcohol sentimos la necesidad de ir al baño con frecuencia. Después de una noche en la que hemos bebido alcohol, terminamos deshidratados, lo que puede explicar el dolor de cabeza del día siguiente. El alcohol extrae el agua de nuestras células y por eso sentimos que nos falta energía.
Espárragos (y otros vegetales)
Este vegetal contiene un aminoácido llamado asparagina, que tiene un efecto diurético. Muchos saben que los espárragos alteran el olor de la orina; pero no muchos saben que pueden causar deshidratación. Comer espárragos como parte de una dieta sana no produce deshidratación, porque el agua es el principal componente de todos los vegetales. Pero es importante tener presentes las propiedades diuréticas del espárrago, en especial si enfermamos o experimentamos un aumento en la sudoración debido a la temperatura o humedad externas. Otros vegetales que también tienen propiedades diuréticas son el perejil, el apio y las alcachofas.
Dieta alta en proteínas
Si seguimos una dieta alta en proteínas, podemos sufrir deshidratación crónica si no tomamos más agua. El cuerpo debe utilizar más agua para metabolizar el nitrógeno presente de manera natural en las proteínas, por lo que las células pueden perder mucha agua. Es importante prestar más atención a las carnes curadas como el tocino o el jamón, no sólo debido a su contenido de proteínas, sino porque contienen sal adicional.
Alimentos salados
Los alimentos salados hacen que perdamos más fluidos porque necesitamos agua para eliminar el sodio adicional que está presente en la sal. Debemos estar conscientes de lo que consumimos cuando comemos alimentos como salsa de soya, salchichas y alimentos fritos, que tienen un alto contenido de sal. Este punto es de especial importancia si existen otros factores, como calor o humedad, vómito o diarrea, fiebre elevada o consumo de grandes cantidades de proteína, que puedan contribuir a la pérdida de fluidos. Otros alimentos que pueden tener un contenido alto de sodio son la comida rápida, las comidas enlatadas o congeladas, condimentos y aderezos para ensaladas.
Bebidas endulzadas
Las bebidas endulzadas pueden parecer refrescantes en un principio. Sin embargo, las bebidas que tienen un alto contenido de azúcar pueden hacer que nuestro cuerpo pierda más agua. Estas bebidas crean un ambiente ácido que puede afectar la función de las enzimas y reducir la capacidad de nuestro cuerpo de almacenar agua, que es necesaria para metabolizar toda esa azúcar adicional. Debemos poner especial atención en las bebidas deportivas que contienen azúcar, pues pueden hacernos más susceptibles a perder fluidos adicionales.
¿Cuánto debemos beber?
Una persona saludable debe beber por lo menos ocho vasos de 250ml de agua cada día. Aumente su consumo de agua en climas cálidos, cuando se ejercita, si enferma y si su dieta incluye alimentos deshidratantes. Si no consume ninguno de los alimentos que mencionamos antes, beba por lo menos un vaso adicional de agua para evitar deshidratarse.
Recuerde que la sed es un instinto natural que surge de la comunicación entre nuestro cerebro y las células de nuestro cuerpo. Es la señal que utiliza el cuerpo para avisarnos que nuestras células se están agotando y que necesitamos tomar más agua. Como nos enseña el Ayurveda, debemos escuchar siempre a nuestro cuerpo y tomar más agua si nos da sed.